La regulación constitucional de las empresas públicas una historia de cronopios y famas
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Resumen
En una de sus recopilaciones de cuentos más célebres, Julio Cortázar introduce dos tipos de personajes ficticios. Por un lado, estarían los cronopios: unos seres caracterizados por su ingenuidad, idealismo y desorden. En contraste, las famas serían seres prácticos, rígidos y organizados. La gracia de este clivaje es que permite contar prácticamente cualquier historia. Ciertamente, la regulación constitucional de las empresas públicas puede contarse como una historia de cronopios y famas. El principio de subsidiariedad vendría siendo nuestro cronopio, impulsando el ideal tatcheriano de un Estado mínimo. La sostenibilidad fiscal, por su parte, vendría siendo nuestra fama
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